El año ha terminado por todo lo alto para Xbox. Con el Game Pass en el centro del huracán, Microsoft ha seguido alimentando, tanto la nueva como la anterior generación, con juegos increíbles. El verano nos trajo Flight Simulator a consolas junto a Psychonauts 2. Y ahora, con la llegada de Halo Infinite y Forza Horizon 5, quizá haya pasado algo más desapercibido, pero no por ello debemos perder de vista The Gunk. Se trata de la última obra de Thunderful e Imagine & Form, y llega para cerrar un año repleto de grandes juegos. ¿Estará a la altura?
En esta aventura, nos pondremos en la piel de Rani, que con el apoyo de su compañera Becks, se embarcará en una aventura más compleja de lo que parece. Estas chatarreras terrícolas tienen una sencilla misión, pero el planeta en el que se encuentran esconde algunos secretos. Y es ahí donde reside una de las claves de The Gunk, el descubrimiento constante. Como curiosidad, os adelanto que en las capturas, veréis el tiempo de juego en la esquina superior derecha. Sí, el juego da la opción de incluir el avance de nuestra partida en tiempo real. Eso sí, esta anotación excluye el tiempo de pantallas de carga, menús y cinemáticas.
En cualquier caso, no debéis preocuparos por los spoilers, puesto que solo he tomado capturas de las primeras dos horas y en zonas muy específicas. Sin más, ¡comenzamos con el análisis de The Gunk!
La naturaleza toma protagonismo en The Gunk
En las imágenes que hemos ido recibiendo poco a poco sobre The Gunk, podíamos tener clara una cosa; el juego apuesta por un apartado visual muy muy bonito. Sin olvidar que estamos ante un juego independiente, cabe destacar que luce muy bien, tanto en la nueva como en la anterior generación. En mi caso, lo he disfrutado a 60fps en Xbox Series S a 1080p, yendo muy fluido en todo momento. Todo ello potenciado gracias a un HUD inexistente, que deja totalmente limpia la pantalla.
Los entornos son muy bonitos y coloridos, con un uso de la iluminación fantástico. Aunque pasadas las primeras horas, se siente una importante falta de variedad en los mismos. El primer impacto tras iniciar nuestra andadura por estas tierras alienígenas es bastante bueno, pero esa sensación se va diluyendo durante los primeros 40-50 minutos. Esto se debe a que, independientemente de su gameplay lineal, no hay muchas zonas que resalten más que otras, ni elementos que varíen o indiquen que estamos realmente avanzando hacia un lugar diferente. Es por ello que recomiendo algo de paciencia al principio, pues esto cambia (aunque no en demasía) a partir de la primera hora.
Dicho esto, y a pesar de que no hay una ambientación variada, The Gunk ofrece multitud de plantas y otros materiales dispuestos a lo largo del camino. Luego entraré en profundidad sobre su gameplay y la importancia de estos elementos para el mismo, pero os adelanto que el juego cuenta con su propia enciclopedia. La animación por su parte es correcta, sin más. Por las características del juego, incluso esperaba algo aún mejor, sobre todo en la interacción entre Rani y Becks. Sin embargo, el propio planeta y la naturaleza del mismo es el gran protagonista.
El guante como elemento clave en lo jugable
La jugabilidad de The Gunk solo se entiende si tenemos en cuenta un elemento en concreto, el guante de Rani. Será fundamental para avanzar y obtener recursos, además de ser útil para defendernos. A lo largo de la aventura, Rani descubrirá una extraña sustancia orgánica que habita en ciertas zonas, y que da nombre al propio videojuego, el Gunk. Gracias al guante, Rani podrá extraerlo para ir despejando el camino, sirviendo también para resolver según que puzles o descubrir lugares secretos.
Para sacarle el máximo partido, el juego nos plantea un menú con diversas mejoras para añadir al guante. Tendremos la opción de mejorar la velocidad de Rani, aumentar la extracción del guante, añadir los disparos de plasma, o aumentar la salud. La pena es que algunas de estas opciones no tienen la suficiente relevancia, sobre todo el disparo de plasma. Rara vez me he cruzado con enemigos por el camino, y me ha bastado con usar el extractor para atraparlos y lanzarlos contra los demás. El escáner por su parte, sirve de ayuda para conocer mejor el universo de The Gunk, así como los ítems que vamos descubriendo y su utilidad.
En la resolución de puzles, vienen bien todas estas mejoras, pero a pesar de ello, me queda la sensación de que no se han aprovechado lo suficiente (una vez más). Este es un título con potencial, que pese a su linealidad, podría dar mucho juego con los elementos que tiene. Quizá no sea un mundo abierto ni por asomo, pero la exploración con esas zonas algo más abiertas podría ser mucho más rica.
Descubriendo el mundo que nos rodea
En esta aventura lineal, uno de los principales alicientes que tendremos será el misterio de cuanto nos rodea. La sensación de exploración no es tan buena como en juegos similares, pero el escáner de Rani permite conocer más sobre las plantas y elementos naturales del planeta. Hay que destacar el buen hacer en este sentido por parte de los desarrolladores. La enciclopedia, anteriormente mencionada, permite además de conocer la flora, guardar información sobre otros elementos escaneados.
En cuanto a los puzles, son generalmente sencillos, pero algunos de ellos suponen desplazarnos por diversas estancias o cuevas. La solución de los desarrolladores, ha sido optar por pantallas de carga que sirven de transición, pese a que no nos alejamos en exceso del objetivo. La limitación queda solventada, y el SSD de la nueva generación hace que dichas pantallas no sean demasiado molestas. Eso sí, en la anterior generación, puede ser un punto más negativo para algunos usuarios.
Me gustaría desvelar algo más sobre el lore que rodea a Rani y Becks, pero no puedo ni debo entrar en materia de spoilers. Solo os puedo adelantar que ese aura de misterio se va acrecentando, y gana enteros llegados a cierto punto. Lo bueno, es que tendremos balizas para volver a aquellas zonas que ya hayamos explorado previamente, y siempre podremos indagar un poco más.
Un correcto apartado sonoro
Si bien Rani siempre se desplaza en solitario, podrá contactar en todo momento con Becks. Más allá de ser una vía de comunicación, será un apoyo constante para Rani, solventando en muchos momentos la profunda soledad que le rodea. Los diálogos no son excesivamente complejos, pero cumplen su cometido, aportando también información sobre los personajes, su origen y sus motivaciones. Sin ir más lejos, se nombra a la tierra, hablan de su profesión de chatarreras, e incluso divagan sobre qué será lo que les espera en este planeta plagado de Gunk.
El doblaje en inglés sigue la misma línea, y en este sentido, el jugador puede estar más que tranquilo, pues las interpretaciones se amoldan perfectamente a los personajes. Desgraciadamente, la animación queda un escalón por debajo. Y en cuanto a banda sonora, debo decir que se ve algo lastrada, en parte por el propio concepto del videojuego, me explico. Es una aventura lineal, pero que además se aleja casi al completo de cualquier tipo de cinemática. A ello hay que sumarle una escasa variedad de situaciones, provocando que ciertas pistas no lleguen a encajar del todo con el momento que está viviendo Rani. Casi siempre estamos haciendo lo mismo, y a pesar de que en todo momento nos acompaña una melodía de fondo, esta suele volverse muy repetitiva.
¿Merece The Gunk una oportunidad?
Este no es un título AAA, ni cuenta en su haber con un gameplay lo suficientemente potente, pero el hecho de estar en Xbox Game Pass ya es un plus. Es la ventaja que tiene poder probar cualquier juego que se una al catálogo, y en este caso, creo que también contará con su público. Es evidente que no podemos exigirle a The Gunk las mismas características que a un juego AAA, pero hay algunos peros en su planteamiento. Algunas de sus mecánicas no están lo suficientemente aprovechadas, algo que sucede también con los entornos. También conviene resaltar que esta, es más bien una experiencia que un juego de acción y aventura al uso. Muchos lo tacharían de «walking simulator», y en parte no estarían muy desencaminados, puesto que ni siquiera hay apenas enemigos.
Pero no todo es negativo. El apartado artístico es muy atractivo, y cuenta con zonas cerradas y otras un poco más abiertas, que dan lugar a bifurcaciones y puntos secretos. El Gunk, la sustancia biológica que se apodera de la vida del planeta, sirve también como principal argumento en la aventura de Rani, y a medida que nos deshacemos de él, una animación nos muestra como la tierra recupera su vida. Algo muy similar a lo visto en Kena: Bridge of Spirits. También es un buen aliciente el aura de misterio que envuelve al Gunk, y a toda la fauna y flora del planeta. Un motivo, que sin duda nos invita a seguir adelante y descubrir más sobre este enigmático lugar, pese a la muy reducida dificultad que nos plantea por el camino.
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.